15 x 23 cm | 192 páginas | ISBN: 978-84-15171-88-1
Pertenecientes a una misma familia, el uso del ajo y la cebolla como factores preventivos y sanadores se pierde en el más remoto pasado.
El origen común de ambas es el Oriente, donde el ajo formaba parte de las ofrendas de los dioses y era sembrado, para proteger a los viajeros, en el cruce de los caminos.
La cebolla, en cambio, apenas si aparece en leyendas y códices, y es necesario esperar hasta la Edad Media para conocer su utilidad práctica.
Dos plantas complementarias, cuyos usos y milagros invitamos a conocer, donde su historia y sus cultivos, hasta llegar a nuestra mesa diaria y convertirse en la fuente principal de las medicinas naturales.